Era una crónica de una liquidación anunciada. Esa es la realidad de la E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA), intervenida este martes por la Superintendencia de Salud.

La entidad tomó esta decisión dada la delicada situación financiera de la red hospitalaria del Atlántico, que contaba con 5 sedes: Alta Complejidad, Salud Mental, Hospital de Sabanalarga, Hospital Niño Jesús y el Hospital Juan Domínguez Romero.

La deuda de la ESE UNA llegó a los $147 mil millones, un aumento de más de $39 mil millones con respecto a la cifra que se había dado a conocer en marzo de este año, que era de $108.421 millones.

Una crisis que se convirtió en irreversible.

Un "nuevo aire"

La ESE UNA nació como una "esperanza" para la salud en el departamento del Atlántico.

El 19 de noviembre de 2021, la exgobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, presentó la imagen institucional, presentando el nuevo modelo salud departamental, tras la crisis que derivó en la liquidación de la ESE Hospital Cari.

"Regresa la esperanza para la salud de los municipios. Con este nuevo modelo, hoy queremos enviarle un mensaje a toda la gente del departamento del Atlántico, que van a empezar a sentir profundos cambios para garantizar un servicio de salud oportuno y de calidad", expresó la exgobernadora.

La exmandataria departamental reafirmó que este nuevo modelo de salud garantiza la continuidad de los trabajadores.

El 22 de mayo de 2022, Noguera realizó el siguiente anuncio: "Hoy estamos poniendo en funcionamiento las áreas de hospitalización de pacientes agudos y subagudos de la sede mental de UNA, que está ubicada en el tercer piso, para habilitar 22 camas. Estas servirán para los pacientes que lleguen a la urgencia y requieran este servicio de hospitalización en la sede mental".

Recordemos que para la época de la ESE Hospital Cari, la sede mental presentaba graves problemas de infraestructura.

La ESE UNA fue avanzando y el 3 de octubre de 2022, la exgobernadora Elsa Noguera y la exsecretaria de Salud, Alma Solano, reactivaban los servicios en la sede de Alta Complejidad, antiguo Hospital Cari.

El 9 de octubre de ese mismo año, llegó al mundo Gael Manuel, el primer bebé que nace en la nueva sede de Alta Complejidad de la ESE UNA.

Todo parecía encaminarse en la salud del Atlántico. Tanto, que la exgobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, puso en funcionamiento, el 13 de enero de 2023, la unidad de hematoncología pediátrica en la sede pediátrica de la ESE UNA, antiguo Hospital Niño Jesús.

La lupa de la Supersalud

No obstante, la Superintendencia de Salud empezó a centrar su mirada en la ESE UNA. El 6 de febrero de 2023, ejecutó una auditoría en la entidad.

La delegada para prestadores de servicios de salud de la Superintendencia de Salud, Beatriz Gómez Consuegra, dijo en ese momento que se trataba de "una visita de inspección y vigilancia al CARI, derivado de algunas de las quejas con relación a fallas en la prestación del servicio, presuntas irregularidades administrativas y financieras que afecta la prestación del servicio".

Por una semana, personal de la Superintendencia de Salud adelantó dicho proceso con un equipo multidisciplinario "de alto nivel".

Se verificaron los procesos administrativos, financieros, asistenciales y jurídicos para investigar las posibles fallas.

Ese mismo día (6 de febrero de 2023), el exgerente de la ESE UNA, Javier Cormane, defendió los servicios que prestaba esta entidad en materia de salud y dio la “bienvenida” a la comisión de la Superintendencia  que la investiga.

“Todas son actividades que desarrolla la Supersalud dentro de sus competencias, aquí estamos nosotros dispuestos disponibles para entregar toda la información, hacer el acompañamiento disponible con miras a lograr este proceso auditor”, afirmó.

Tras esa auditoría, el 13 de abril de 2023, la Gobernación del Atlántico, en cabeza de Elsa Noguera, informó que la ESE UNA había recibido a más de 5.200 pacientes, de los cuales más de 720 son niños, niñas y adolescentes que presentaron alguna patología asociada con la salud mental, tras un año de prestación de servicios

El funcionamiento en firme de la ESE UNA arrancó el 12 de abril de 2022, de acuerdo a lo informado en su momento por la administración departamental.

Hallazgos de la Supersalud

El 17 de abril de 2023, reveló los resultados de la auditoría que había adelantado en la ESE UNA, evidenciando 40 hallazgos, de los cuales 38 eran de tipo administrativos, uno con incidencia fiscal y otro con incidencia disciplinaria en los componentes de prestación de servicios, financieros y administrativos.

El equipo auditor también documentó que la ESE no garantizaba en ese momento la gestión del riesgo en salud, especialmente en la implementación de la Ruta de Materno Perinatal, lo que no genera condiciones de seguridad durante la atención del binomio madre-hijo.

Dentro de los hallazgos se identificaron incumplimientos en las responsabilidades frente a la habilitación de servicios ante la entidad territorial, evidenciando en el Centro de Atención Complementaria Especializado-Alta Complejidad Adultos, servicios prestados no habilitados como hospitalización en salud mental.

Durante la visita, se hizo necesaria la imposición de una medida cautelar, de fecha 10 de febrero, a través de la cual se ordenó la cesación provisional de las acciones que ponían en riesgo la vida o la integridad física de los pacientes, debido a la insuficiencia del talento humano en salud requerido en la Unidad de Cuidado Intensivo adultos, toda vez que no contaba con intensivista y médico general las 24 horas, y presentó fallas en la gestión de insumos, dispositivos y medicamentos en áreas críticas de la institución; el recurso interpuesto por la ESE se encuentra en término para ser resuelto de fondo.

La auditoría reveló además que, en las sedes del Centro de Atención Complementaria Especializado-Alta Complejidad Adultos y Centro de Atención Complementaria Regional - CACR Soledad, el servicio farmacéutico de la ESE no contaba con las existencias necesarias en carros de paro de medicamentos y/o dispositivos médicos para atender los eventos de salud de los usuarios en los diferentes servicios, así como tampoco disponía de los equipos necesarios para garantizar la prestación del servicio de imágenes diagnósticas.

En la visita de verificación se evidenciaron múltiples fallas en la custodia, conservación y manejo de las historias clínicas en físico, toda vez que no existen inventarios actualizados de los registros clínicos recibidos de los hospitales liquidados, y las condiciones locativas para el almacenamiento de las historias clínicas son inadecuadas.

La Supersalud indicó que, para esa fecha de la auditoría (17 de abril de 2023), "la entidad tenía servicios prestados no facturados de los periodos 2021 y 2022 por valor de $1.900 millones; la Superintendencia constató que la gestión financiera de la ESE en la vigencia 2022, fue ineficiente ya que sus ingresos operacionales fueron inferiores a sus costos y gastos, generando pérdidas operacionales cercanas a los $48.293 millones; situación que aumentaba el riesgo en el equilibrio financiero de la entidad, esto a pesar de ser una entidad con menos de dos años de operación, creada como resultado de la liquidación de los Hospitales: Departamental de Sabanalarga, Juan Domínguez Romero de Soledad, Niño Jesús de Barranquilla y Universitario CARI ESE".

Aunado a lo anterior, el equipo de la Supersalud identificó que para la vigencia 2022 la ESE presentaba un déficit presupuestal respecto al recaudo del 37.76%, y diferencias en los valores de sus ingresos reconocidos y recaudados.

La Superintendencia determinó la existencia de un hallazgo con presunta incidencia fiscal relacionado con posibles irregularidades en la contratación del servicio de ambulancia para el traslado de los pacientes a la entidad Unión Vital S.A.S. como parte del plan de contingencia para la toma de imágenes diagnósticas por daño en los equipos de la institución.  

De acuerdo con lo constatado por la Superintendencia, la ESE Universitaria del Atlántico no realizó los reportes obligatorios de las circulares externas 012, 015 y 016 de 2016, 008 de 2018 y 002 y 014 de 2020 y modificatorias, información requerida para el cumplimiento de las actuaciones de inspección y vigilancia adelantadas por esta Superintendencia.

Tras la entrega del informe de auditoría al prestador de servicios, la Supersalud ordenó a la ESE la formulación de un plan de mejoramiento, que debía ser presentado en 10 días hábiles posterior a la notificación efectuada el 31 de marzo de 2023 para su respectiva aprobación, una vez se verificara que dicho plan permitía subsanar y conjurar las causas de fondo que generaron los hallazgos, a fin de evitar que situaciones similares se volvieran a presentar y pusieran en riesgo la seguridad de los usuarios.

Ese mismo día, 17 de abril de 2023, el exgerente Javier Cormane, informó que la ESE UNA venía desarrollando un plan de mejoramiento, después de haber recibido las conclusiones de una auditoría regular en todas sus sedes por parte de la Superintendencia Nacional de Salud.

Según la entidad, en cumplimiento de los tiempos establecidos, trabajaba en la documentación de los procesos y actividades necesarias con él ánimo de establecer el plan de mejoramiento que permita subsanar los hallazgos detectados por la auditoría.  

Nueva administración, nuevo gerente y crisis profundizada

Con la llegada de Eduardo Verano para su tercera etapa como Gobernador del Atlántico, también fue designado un nuevo gerente en la ESE UNA.

El mandatario posesionó a Pablo Alberto De La Cruz Gómez, el 16 de abril de 2024.

El mencionado prometió "desprivatizar la ESE UNA", pues consideraba que "lo público debe operarse con lo público".

"El modelo actual no funcionó no por su modelo como tal  y yo si me voy asegurar de darle el manejo adecuado y trabajar para ver su rentabilidad", agregó.

De La Cruz Gómez aseguró que la idea es "acabar" con los actores privados de la ESE UNA, y "con ello se acabe la explotación a  la infraestructura pública que es de todos los atlanticenses".

Sin embargo, su gestión fue nefasta, pese a que, en mayo de 2024, "garantizó poner en orden pagos de nómina en un lapso de 4 a 6 meses". Cosa que nunca ocurrió.

De La Cruz Gómez fue fuertemente criticado en su momento por su relación con los trabajadores y algunas decisiones polémicas.

Además, varios diputados lo señalaron de no dar la cara en medio de la crisis que se empezaba a profundizar.

Deudas por el servicio de energía

En julio de 2024, Atlántico en Noticias y Zonacero.com establecieron que aunque la deuda contando otros hospitales del Atlántico es más grande, las empresas que hacen parte de la ESE UNA tenían una obligación total de $9.520.862.560 por el servicio de energía.

Los montos se discriminan de la siguiente manera: ESE Juan Domínguez Romero (vieja y nueva sede) debe $1.204.629.50, el Hospital Niño Jesús $1.149.935.920, CARI Alta Complejidad y CARI Mental $4.886.905.140 y Sabanalarga (antiguo y nuevo hospital) $2.270.391.940.

El caso que más preocupaba lo tenía la ESE Alta Complejidad. Su deuda era de $3.994.651.020.

Un poco menos preocupante es el caso de la nueva sede del Juan Domínguez Romero, de Soledad. El monto total era de $29.160.380.

Los trabajadores explotaron

En los primeros meses de este año, los trabajadores de las sedes de la ESE UNA no aguantaron más y empezaron a protestar.

Cerraron vías y suspendieron servicios en varias ocasiones, mientras que Pablo De La Cruz Gómez "no les daba la cara", como denunciaban los mismos trabajadores.

La situación era insostenible y el Gobernador Eduardo Verano empezaba a reconocer la crisis financiera de la ESE UNA.

Pablo De La Cruz Gómez se fue por la puerta de atrás y en su reemplazo llegó Rosmery Wehedeking, en calidad de encargada, pero la crisis era irreversible. Era tarde para sacarla a flote. Ha golpeado al personal médico contratado para brindar el servicio en el departamento.

Los casos más sonados se dieron esta semana, puesto que el Hospital departamental de Sabanalarga estuvo en paro por deudas que oscilaban entre los cuatro y seis meses.

¿Cuánto dinero le ha entregado la Adres a la ESE UNA?

Durante este 2025, a corte del 29 de julio, la Adres le giró a la ESE UNA un total de $37.412 millones, de los cuales $30.672 millones corresponden al régimen subsidiado y 46.739 al contributivo.

En 2024 recibió por esta misma vía $70.874 millones, que se dividen así: $63.517 millones por el régimen subsidiado y $7.356 millones por el contributivo.

En el presente año, la ESE recibió montos postulados por EPS como Coosalud, Mutual SER, Nueva EPS, Cajacopi, Sura, Salud Total, Sanitas, ASMET Salud, Anaswayuu, Servicio Occidental de Salud, Familiar de Colombia, Comfaoriente, EMSSANAR y Famisanar.

Los mayores montos corresponden a Coosalud y Mutual SER, que superan los $10 mil millones.

En 2024, la ESE UNA reportó ganancias por $130.384 millones, pero solo en servicios gastaba $125.515 millones, por lo que el margen operacional solo fue de $4.869 millones.

Los gastos de administración y operación ascendieron a $24.429 millones, es decir, el déficit operativo fue de $21.663 millones.

El propio gobernador Eduardo Verano aceptó que "se hace inminente una nueva estructura operativa, individual de nuestros hospitales departamentales, que garanticen la prestación de servicios y su continuidad en el tiempo".

Aseguró que había que abrirle la oportunidad a "volver al sistema anterior" donde cada hospital era una empresa.

Sin embargo, la Superintendencia de Salud ejecutó la intervención.

Hallazgos

La Superintendencia de Salud dio detalles de la toma de posesión y de la intervención forzosa en la E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA), tras evidenciar 49 hallazgos relacionados con fallas de carácter asistencial, administrativo y financiero que representan un riesgo para la oportuna prestación de los servicios de salud con atributos de calidad.

Con la medida de intervención, el superintendente ordenó la separación de la actual gerente de su cargo Rosmery Wehedeking, la remoción de la junta directiva y la designación como agente especial interventor del doctor Fredys Miguel Socarrás Reales, quien asumió el día de hoy las funciones de representante legal de la ESE.

Sobre Socarrás, quien es exalcalde de Valledupar, la Supersalud destacó que es un "profesional con una amplia trayectoria y experiencia en el sector salud".

Los hallazgos relevantes que dieron origen a la medida de intervención fueron:

- Inadecuada e insegura prestación del servicio a los usuarios.

- No se garantiza la adherencia a los procedimientos de la Ruta Integral de Atención en Salud Materno – Perinatal.

- Ausencia de activación de ruta psicosocial.

-  No realiza seguimiento a las condiciones ambientales de la conservación de los medicamentos encontrados en los servicios asistenciales.

- No cuenta con existencia de medicamentos y de insumos medico quirúrgicos, para la atención de los pacientes.

- No garantiza el cumplimiento de las condiciones y requisitos para la infraestructura de manera que garantice la seguridad en la atención.

- Inadecuado manejo de residuos hospitalarios.

- No cumplimiento de las condiciones y requisitos para el proceso de esterilización.

- Presenta un incremento progresivo en el déficit presupuestal; este hecho refleja que la ESE ha comprometido la mayoría de los gastos sin recibir la totalidad del ingreso.

- Inadecuada gestión financiera, produciendo desequilibrio en la operación.

- Ineficaz gestión del talento humano.    

El agente interventor designado tomará posesión del cargo firmando el acta correspondiente ante la Superintendente Delegada para Prestadores de Servicios de Salud y deberá presentar el plan de trabajo de la Intervención dentro de los treinta días calendario siguientes a la toma de posesión de la entidad.

Intervención por un año

Zona Cero conoció en primicia que la toma de posesión e intervención forzosa de la Superintendencia de Salud en la E.S.E. Universitaria del Atlántico (UNA), será por el término de un año.

La Supersalud, de acuerdo a lo conocido por este medio, "busca garantizar la continuidad en la prestación del servicio de salud en condiciones de calidad, oportunidad y seguridad, así como, la estructuración e implementación de soluciones que impacten positivamente, los componentes de carácter administrativo, financiero, jurídico y asistencial que en su conjunto permitan superar las falencias identificadas".

Además, la Superintendencia buscará que durante un plazo determinado se establezca si la entidad debe ser objeto de liquidación "a través del proceso de intervención forzosa o si es posible colocarla en condiciones de desarrollar adecuadamente su objeto social, así como para garantizar la protección de los derechos de los usuarios en el marco de las normas que rigen el Sistema General de Seguridad Social en Salud".

Los funcionarios de la Supersalud llegaron al mediodía a la sede de Alta Complejidad, antiguo Hospital Cari.

La deuda de la ESE UNA llegó a los $147 mil millones, un aumento de más de $39 mil millones con respecto a la cifra que se había dado a conocer en marzo de este año, que era de $108.421 millones.

La entidad tuvo una corta vida, dejando una crisis profunda en la salud del Atlántico.